Si quieres renovar el suelo de tu hogar, es probable que te hayas encontrado con la disyuntiva de elegir entre tarima laminada, parquet y con instalación flotante. En la actualidad, estas opciones son muy populares. Sin embargo, cada una tiene sus características particulares y utilidades. Pero, ¿cuál es la mejor para ti?
Para ayudarte a hacer un análisis de las diferencias entre estos tres tipos de suelos, te describiremos la composición y utilidad de cada uno. De esta forma, podrás tomar la mejor decisión para tu hogar.
La tarima laminada es un tipo de suelo que se compone de varias capas.
La capa superior es una lámina de melamina impresa con un diseño de madera, piedra u otro tipo de material. Debajo de la capa superior, hay una capa de fibra de alta densidad (HDF) que proporciona estabilidad y durabilidad al suelo. Por último, hay una capa inferior que sirve como base y que también tiene propiedades de aislamiento acústico.
Por ejemplo, la tarima disfloor es una opción muy popular, porque es fácil de instalar y mantener. Además, es resistente a los arañazos y a las manchas, lo que la hace ideal para hogares con mascotas y niños. Y por si fuera poco, tiene 20 años de garantía de uso doméstico.
El parquet es un tipo de suelo que se compone de madera natural y se integra en pequeñas piezas de madera que se ensamblan para crear un patrón o diseño. A diferencia de la tarima laminada, el parquet no tiene una capa superior impresa con un diseño. En su lugar, el diseño viene dado por las diferentes piezas de madera que componen el suelo.
El parquet es una opción popular para hogares de alta gama gracias a su belleza y elegancia. No obstante, requiere un mayor mantenimiento que la tarima laminada y es más sensible a los arañazos y a las manchas.
Es un tipo de suelo que se asemeja a la madera natural, pero está compuesto por varias capas de materiales sintéticos. A diferencia de la tarima tradicional, que se instala con tablas clavadas al suelo, la tarima flotante se coloca sobre una capa de aislamiento. Se une mediante un sistema de clic o encaje entre cada tabla.
Es importante establecer diferencias entre los distintos tipos de suelos para que puedas saber claramente cuál es la clasificación que te conviene para instalar en tu hogar. ¡Echa un vistazo!
La tarima laminada está compuesta por varias capas que incluyen una capa superior de melamina impresa con un diseño y una capa de fibra de alta densidad (HDF). Por otro lado, el parquet está compuesto únicamente de madera natural.
La tarima laminada es muy fácil de instalar, ya que se compone de paneles que se encajan entre sí, sin necesidad de clavos ni pegamento. En el caso del parquet, requiere una instalación más compleja y laboriosa, ya que las pequeñas piezas de madera deben ser ensambladas una a una.
Cuando se trata de tarima laminada es muy fácil de mantener y limpiar, ya que solo necesitas barrer o aspirar regularmente, así como limpiar las manchas con un paño húmedo. Si quieres instalar parquet tendrás que hacerle un mayor mantenimiento y tratarlo con productos especiales para madera.
La tarima laminada es más resistente a los arañazos y a las manchas, lo que la hace ideal para hogares con mascotas y niños. Además, la capa de HDF proporciona estabilidad y durabilidad.
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